Dentro de lo nuevo en la oferta de Netflix está una serie que combina dos temas que pareciera que no tendrían nada en común: el erotismo y la remodelación de espacios hogareños.
Producido bajo el formato de reality y con el título, Cómo diseñar una habitación erótica, la experimentada diseñadora de interiores, Melanie Rose, se da a la tarea cada capítulo de explorar en la conducta y la psique de las parejas participantes para lograr diseñar una habitación que sea el espacio para dar rienda suelta a las fantasías y preferencias más diversas, pero al mismo tiempo tan cotidianas que cualquiera puede identificarse con ellas.
Calabazos divertidos, spas para relajarse, el club privado de un burlesque, furgonetas que podrían transportar un pequeño harem, galpones de granja que ofrecen glamour y confort; el resultado de los proyectos remodelados siempre es sorprendente, verdaderos patios de recreo para parejas de todo tipo.
El acierto de la serie es que en cada capítulo participan parejas con estilo de vida y gustos muy variados, con historias de vida que van de lo ordinario a lo estrafalario, pero siempre sin perder el carisma para conectar con la audiencia.
Por otro lado, la participación como anfitriona de Melanie Rose es otro acierto, porque mientras el lugar común para el cast hubiese sido poner una mujer joven sexy a conducir la serie, Melanie ha llegado -al 6to piso- de la vida; es británica, elegante y con un flemático sentido del humor, además, en la vida real es una muy exitosa diseñadora de interiores con muchos de años de experiencia tanto diseñado cocinas y baños de lujo como habitaciones de placer. “Soy la Mary Poppins de las salas de sexo”, dijo Rose al diario The NY Post.
La serie sorprende cada capítulo con el buen gusto con el que las habitaciones terminan decoradas sin perder el lado picante y sexy, y sobre todo a la medida de las fantasías de cada pareja.
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FOTO: CORTESÍA